Infección por levaduras en la piel del gato: qué son y cómo tratarlos

 

Si el pelo de tu gato no se ve tan lustroso como de costumbre y parece que se lame, se rasca y se mordisquea; es hora de realizar un pequeño viaje al veterinario.

Después de explorarlo y realizar algunas pruebas, tu veterinario te dice que tu gato tiene una infección por Malassezias. Para que puedas ayudar mejor a tu amigo peludo, es importante que entiendas qué es esta infección por hongos (levaduras) y cuál es la mejor manera de tratarla.

¿Mala-que? ¿Qué son exactamente las Malassezias en los gatos?

Las Malassezias son unas levaduras (una especie de hongo) que forman parte de la microflora normal de la piel de los gatos. En gatos sanos, coexisten armoniosamente en pequeñas cantidades con otras bacterias y levaduras. Sin embargo, en felinos con problemas de salud subyacentes o en gatos que tienen una barrera cutánea dañada, estas levaduras residentes pueden crecer sin control y causar infecciones fúngicas

 

Síntomas de la infección por levaduras en los gatos

Los síntomas de sobrecrecimiento de Malassezias en los gatos a menudo incluyen piel roja, inflamada, con picor e incluso descamación. Esto puede ir acompañado de acné felino, pérdida de pelo, pelo graso, mal olor, decoloración de la piel y, en casos crónicos, engrosamiento de la piel. En algunos casos en los que la infección por hongos afecta a las uñas, es posible que notes una acumulación de un material de color negro alrededor del lecho ungueal e inflamación de esa zona que produce molestias en el gato y podemos ver que se mordisquea repetidamente las patas.

Las infecciones de oído en los gatos también pueden estar relacionadas con el crecimiento excesivo de esta levadura que puede producir descamación de la piel de las orejas y una secreción marronosa con mal olor que proviene del canal auditivo. Las otitis por levaduras, pueden ser muy molestas para los gatos y producirles bastante picor. Algunos pueden rascarse con tanta fuerza que pueden hacerse heridas detrás de las orejas.

 

¿Cómo se diagnostican las infecciones por levaduras?

La mejor manera para diagnosticar las Malassezias es una prueba simple que implica que tu veterinario tome una muestra del área afectada con un hisopo o una tira de cinta adhesiva y observe la muestra bajo un microscopio. Las levaduras se pueden identificar con facilidad. Si se observa una pequeña cantidad de Malassezias, esto suele ser normal; sin embargo, si los organismos se encuentran en grandes cantidades, significa que hay un crecimiento excesivo o una infección que debe tratarse.

Manejo de infecciones por levaduras en gatos: ¡buenas noticias!

Afortunadamente, las infecciones por Malassezias en gatos son muy manejables y responden bien a los tratamientos disponibles. El manejo de primera línea generalmente implica el uso de productos tópicos, que se aplican directamente sobre la piel afectada. El tratamiento tópico puede ayudar a proteger la piel de tu mascota y, en muchos casos, es suficiente para controlar una infección. Por lo general, estos productos para controlar la infección contienen un ingrediente antifúngico y antibacteriano.

Por lo general, se observa una mejoría en los síntomas unos días después de comenzar la terapia tópica y, en la mayoría de los casos, los signos desaparecen por completo en 2 a 3 semanas. Ocasionalmente, algunos gatos requieren antifúngicos orales. Siempre será el veterinario quien recomiende la pauta más adecuada para tu peludo.

Si tu gato tiene infecciones recurrentes por levaduras, debes acudir al veterinario para que investigue las posibles causas que podrían predisponer a que tu gato tenga estas infecciones.

Cuando se trata de una infección en el oído por Malassezias, es importante que lo revise un veterinario para que pueda verificar que el tímpano del gato esté intacto antes de recetarle unas gotas para tratarla.

 

Causas subyacentes de la infección por levaduras en la piel o las orejas de tu gato

Las infecciones por levaduras a menudo son oportunistas y se deben a un problema subyacente, como una barrera cutánea o un sistema inmunitario comprometidos. Tu veterinario querrá descartar diabetes, desequilibrios hormonales, leucemia felina, virus de inmunodeficiencia felina y pulgas, entre otros. Estas condiciones a menudo causan un desequilibrio entre las bacterias y levaduras normales que viven en la piel de los gatos (la microflora).

Tu veterinario también te preguntará sobre el historial médico de tu gato; por ejemplo, si tu gato está tomando algún medicamento que interfiera con el sistema inmunitario, por ejemplo, esteroides; que a menudo se usan en gatos para ayudar con las alergias en la piel. También te puede preguntar si algo ha cambiado recientemente en el entorno del gato que pueda estar causando signos alérgicos en la piel, como las pulgas.

Esto es importante porque si hay un problema subyacente tratable, debe solucionarse o las levaduras podrán ir apareciendo una y otra vez.

Algunas mascotas requieren un tratamiento a largo plazo, en particular los gatos con enfermedades alérgicas de la piel, donde pueden necesitar medicamentos sistémicos, como esteroides, para controlar los signos de la piel. Estos gatos realmente pueden beneficiarse de la terapia tópica complementaria para mantener su piel lo más saludable posible y prevenir la aparición de infecciones cutáneas.

¡Sayonara, Malassezias!

No debes asustarte por este diagnóstico, ya que generalmente no es una afección grave en sí misma y, por lo general, se puede controlar fácilmente con productos tópicos. Recuerda asegurarte siempre de que un veterinario haya identificado y tratado cualquier condición subyacente que pueda predisponer a tu gato al crecimiento excesivo de levaduras para evitar problemas recurrentes.

 

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  • Utiliza el champú de manera local para eliminar físicamente la levadura y la acumulación. 

  • Luego, limpia el área con las almohadillas una vez al día, esto es particularmente útil si tienes un gato que odia absolutamente el agua.

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Your cat’s once-majestic fur was looking a little worse for wear, and he/she seemed to be licking, scratching, and biting him/herself non-stop, so it seemed to be time for a little trip to the vet’s office. After an examination and a few tests, your vet told you that your cat has Malassezia.

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