¡Pum, pum, pum, pum, pum! Ahí va la pata otra vez. Ahí va tu perro otra vez a mordisquearse las patas. Lleva así días. Su piel está inflamada, enrojecida y tiene mucho picor. Se nota que no se encuentra bien, es hora de hacer algo al respecto.
Llegar a la raíz del problema
Cuando te encuentres en esta situación, lo primero que debes hacer es programar una visita con tu veterinario para averiguar cuál es la causa del picor. Es probable que tu veterinario realice un examen clínico completo y solicite información detallada sobre la dieta, el historial médico y el control de parásitos de tu mascota. Es posible que también desee realizar algunas pruebas para tratar de diagnosticar la causa del problema.
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Control de pulgas, garrapatas y otros parásitos: ¿Llevas la desparasitación al día? Una sola picadura puede desencadenar una reacción alérgica en perros muy sensibles, por lo que es muy importante descartar esta posibilidad.
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Descartar infecciones por levaduras y bacterias.
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Ver si tu mascota tiene alergia de contacto y ha estado expuesta a algo que pueda haberle irritado la piel, como productos de limpieza, telas o ropa de cama nueva o incluso plantas en el jardín.
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Evaluar si el alimento de tu mascota podría estar provocando una reacción cutánea adversa al alimento.
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Determinar si puede haber un desencadenante ambiental que provoque el picor de tu mascota, como los ácaros del polvo o los pólenes. Tu veterinario puede preguntarte si la piel de tu mascota está peor en determinadas épocas del año para comprender mejor qué alérgenos ambientales pueden desencadenar estos signos clínicos. Es posible que algunos veterinarios deseen realizar un análisis de sangre para verificar si tu mascota es alérgica a los alérgenos ambientales comunes.
Después de haber investigado las diferentes causas, tu veterinario ya puede tener una idea de que puede estar causando que tu mascota se rasque tanto y podrá aconsejarle cómo manejar los síntomas.
Tu perro tiene una enfermedad alérgica en la piel ¿Y ahora qué?
En el mejor de los casos, el culpable habrá sido identificado y podrá ser eliminado efectivamente del entorno de tu perro. Esto se puede lograr fácilmente cuando el desencadenante son los parásitos externos ya que se pueden controlar mediante el uso de tratamientos antiparasitarios de forma regular.
Si tu veterinario sospecha de una alergia alimentaria, a menudo te recomendará una dieta con un componente nuevo o una dieta de hipoalergénica. El pollo y el pescado son alérgenos comunes a la hora de producir alergias alimentarias.
Muchos perros sufren una afección llamada dermatitis atópica, que es un problema complejo causado típicamente por una combinación de factores, que incluyen: alteraciones en su barrera cutánea y en su sistema inmunológico, la genética e hipersensibilidad a alérgenos ambientales. Desafortunadamente, este es un problema común (alrededor del 10-15 % de los perros) y tu perro requerirá un tratamiento multimodal a largo plazo para controlar los síntomas.
Cómo tratar las alergias en la piel de los perros
Exploremos algunas de las opciones disponibles. Ten en cuenta que a menudo se requiere una combinación de tratamientos para controlar el picor y, a menudo, la terapia debe monitorizarse e irse ajustando con el tiempo.
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Cambios ambientales para limitar el contacto con alérgenos
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Combatir los ácaros del polvo y el moho puede ser un verdadero desafío, pero algunos pasos simples, como pasar el aspirador regularmente y limpiar cualquier ropa de cama en la que duerma tu mascota con detergentes hipoalergénicos, pueden ayudar.
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Control efectivo frente a pulgas
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Si tienes un perro con alergia en la piel, debes mantener al día el tratamiento antiparasitario frente a pulgas. Las picaduras de pulga son un desencadenante frecuente de las alergias de piel y contribuirán negativamente a aumentar los niveles de picor e inflamación.
Champús y mousses tópicos
Los productos tópicos pueden ayudar a reducir los brotes y ayudar a la piel de tu mascota. Los perros con alergias en la piel tienen una barrera cutánea dañada.
Los productos tópicos son esenciales cuando se trata de controlar la piel irritada y mantener una barrera cutánea saludable, ya que aportan ingredientes restauradores directamente donde más se necesitan. Hay una variedad de formulaciones disponibles para aplicación tópica, como champús, mousses, discos de algodón y espray; brindando a los tutores la posibilidad de aplicar productos de manera práctica y fácil.
Terapia inmunomoduladora
Tu veterinario puede recetarle a tu perro un medicamento oral o inyectable para ayudar a aliviar sus síntomas y prevenir recaídas. Estos medicamentos actúan sobre algunas vías del sistema inmunitario que causan inflamación y, posteriormente, picor. Estos medicamentos incluyen a los corticosteroides y medicamentos que funcionan más específicamente en las vías de picor. Estos productos pueden ser muy efectivos en el manejo de enfermedades alérgicas de la piel, pero pueden variar mucho en coste, eficacia y potencial para causar efectos secundarios. Lo mejor es que tu veterinario te recomiende qué opciones de tratamiento sistémico se adaptarían mejor a tu mascota.
Inmunoterapia
La inmunoterapia se puede usar cuando los alérgenos desencadenantes de la alergia se han identificado en un análisis de sangre. Luego se produce una vacuna que es específica para el perfil alérgico de tu perro. Estas vacunas se administran de acuerdo con un régimen específico y contienen un pequeño elemento del alérgeno para activar el sistema inmunitario del perro para que desarrolle tolerancia a este alérgeno ambiental. Puedes tardar de 10 a 12 meses en ver los resultados de este tratamiento, así que no te desanimes si no ves resultados inmediatos. Este tratamiento debe continuarse de por vida o el tiempo que recomiende el veterinario.
Otros tratamientos complementarios
Tu veterinario puede sugerir otros suplementos, como ácidos grasos esenciales, que generalmente se administran por vía oral.
Paciencia y perseverancia
Hacer que tu amigo peludo vuelva a estar bien seguramente puede llegar a requerir algo de tiempo y capaz algunas modificaciones de tratamiento. No te desanimes si algo no funciona. Trabajad juntamente con tu veterinario para encontrar la combinación de tratamientos que funcione mejor para tu perro.
Finalmente, debes tener en cuenta que las alergias pueden cambiar con el tiempo, con las estaciones y con la edad del animal. Un régimen de tratamiento que estaba funcionando puede dejar de ser efectivo repentinamente y que las alergias vuelvan a aparecer. Si esto sucede, ¡no te preocupes! Esto es normal y solo significa que el plan de tratamiento debe reajustarse. ¡La paciencia y la perseverancia son la clave!
DOUXOⓇ S3 CALM regenera y protege la barrera cutánea de tu mascota. Además, ayuda a aliviar la irritación y el picor de su piel, restablece el equilibrio de la flora microbiana, fortalece la piel y aumenta su hidratación. También ha demostrado elevada tolerancia tanto en la piel normal como en la irritada.
